Si alguno te golpea en la mejilla derecha, preséntale también la izquierda.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hch 4. 32. 33)
La multitud de los que habían creído tenía un solo corazón y una sola alma. Los apóstoles, con grandes muestras de poder, daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús y todos gozaban de gran estimación entre el pueblo.
ORACIÓN COLECTA
Dios, que eres la unidad perfecta y el verdadero amor, concede a tus hijos un solo corazón y un solo espíritu, para que reine entre ellos la concordia, y tu Iglesia, cimentada en la verdad, se consolide en la unidad y en la paz. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Apedrearon a Nabot hasta que murió.
Del primer libro de los Reyes: 21, 1-16
Nabot de Yezrael tenía una viña junto al palacio de Ajab, rey de Samaria, y Ajab le dijo a Nabot: "Dame tu viña para plantar ahí una huerta, ya que está pegada a mi casa; yo te doy por ella una viña mejor o si prefieres, te pago con dinero". Nabot le respondió a Ajab: "Dios me libre de darte la herencia de mis padres".
Ajab se fue a su casa, triste y enfurecido, porque Nabot le había dicho: "No te daré la herencia de mis padres". Se acostó en su cama, se volvió de cara a la pared y no quiso comer. Entonces se le acerco su esposa, Jezabel, y le dijo: "¿Por qué estas de mal humor y no quieres comer?". Él respondió: "Es que hable con Nabot de Yezrael y le dije que me vendiera su viña o que, si prefería, yo se la cambiaría por otra mejor; pero él me respondió que no me daría su viña". Su esposa Jezabel, le dijo: "¿No que tú eres el rey poderoso que manda en Israel? Levántate, come y alégrate. Yo te daré la viña de Nabot",
Entonces ella escribió unas cartas en nombre de Ajab, las sello con el sello del rey y las envió a los ancianos y hombres principales de la ciudad en que vivía Nabot. Las cartas decían: "Promulguen un ayuno, convoquen una asamblea y sienten a Nabot en primera fila. Pongan frente a él a dos malvados que lo acusen, diciendo: 'Ha maldecido a Dios y al rey'. Luego lo sacan fuera de la ciudad y lo apedrean hasta que muera".
Los habitantes de la ciudad, los ancianos y los hombres principales que vivían cerca de Nabot, hicieron lo que Jezabel les había mandado, de acuerdo con lo escrito en las cartas que les había remitido. Promulgaron un ayuno y en la asamblea sentaron a Nabot en primera fila. Llegaron los dos malvados, se sentaron frente a él y lo acusaron delante del pueblo, diciendo: "Nabot ha maldecido a Dios y al rey". Luego lo sacaron fuera de la ciudad y lo apedrearon hasta que murió. Enseguida le mandaron avisar a Jezabel que Nabot había muerto apedreado.
Cuando Jezabel supo que Nabot había muerto apedreado, le dijo a Ajab: "Ve a tomar posesión de la viña de Nabot de Yezrael, que no quiso vendértela, pues Nabot ya no vive: ha muerto". Apenas oyó Ajab que Nabot había muerto, fue a tomar posesión de la viña de Nabot de Yezrael.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 5
R/. Señor, atiende a mis gemidos.
Señor, oye mi voz, atiende a mis gemidos, haz caso de mis suplicas, rey y Dios mío. R/.
Pues tú no eres un Dios al que pudiera la maldad agradarle, ni el malvado es tu huésped ni ante ti puede estar el arrogante. R/.
Al malhechor detestas y destruyes, Señor, al embustero; aborreces al hombre sanguinario y a quien es traicionero. R/.
ACLAMACIÓN (Sal 118,105)
R/. Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son una antorcha para mis pasos y una luz en mi sendero. R/.
Yo les digo que no hagan resistencia al hombre malo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 38-42
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Han oído que se dijo: Ojo por ojo, diente por cliente. Pero yo les digo que no hagan resistencia al hombre malo. Si alguno te golpea en la mejilla derecha, preséntale también la izquierda; al que te quiera demandar en juicio para quitarte la túnica, cédele también el manto. Si alguno te obliga a caminar mil pasos en su servicio, camina con el dos mil. Al que te pide, dale; y al que quiere que le prestes, no le vuelvas la espalda".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios nuestro, que por medio de tus sacramentos y enseñanzas nos vas haciendo semejantes a ti, guíanos por tus caminos y concédenos, por este sacrificio que vamos a ofrecerte, obtener el don de la caridad que tú nos prometiste. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 20. 21)
Padre, te pido por los que van a creer en mí, a fin de que sean uno en nosotros y el mundo crea que tú me has enviado, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por este Sacramento de unidad, en el que acabamos de tomar parte, concede, Señor, a quienes hemos convivido hoy en tu casa, disfrutar siempre de la paz que hemos dado y recibido. Por Jesucristo, nuestro Señor.