"No todo el que me diga: "¡Señor, Señor!', entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi Padre".
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ez 34, 11. 23, 24)
Cuidaré de mis ovejas, dice el Señor, y les buscare un pastor que las apaciente, y yo, el Señor, seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que llamaste al obispo san Ireneo a defender tu verdad y a traer la paz a tu Iglesia, aumenta en nosotros la fe y la caridad a fin de que nos esforcemos siempre por fomentar la unidad y la concordia entre los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El rey de Babilonia se llevó cautivos a Joaquín y a todos los hombres poderosos.
Del segundo libro de los Reyes: 24, 8-17
Joaquín tenía dieciocho años cuando subió al trono, y reino tres meses en Jerusalén. Su madre se llamaba Nejusta, hija de Elnatán, de Jerusalén. Joaquín, igual que su padre, hizo lo que el Señor reprueba.

 
En aquel tiempo, subió contra Jerusalén el ejército de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y sitio la ciudad. Nabucodonosor llego a la ciudad mientras sus hombres la sitiaban. Entonces Joaquín, rey de Judá, junto con su madre, sus servidores, sus jefes y sus funcionarios, se rindieron al rey de Babilonia y este los hizo prisioneros. Era el octavo año del reinado de Nabucodonosor.
 
Nabucodonosor se llevó de Jerusalén todos los tesoros del templo del Señor y los del palacio real. Destrozó todos los objetos de oro que Salomón, rey de Israel, había hecho para el templo, conforme a las órdenes del Señor.
 
Nabucodonosor se llevó al cautiverio a toda Jerusalén, a todos los jefes y hombres de importancia, con todos los carpinteros y herreros, en número de diez mil, y sólo dejó a la gente pobre de la región. También llevó cautivos a Babilonia al rey Joaquín, con su madre, sus mujeres, los funcionarios de palacio y toda la gente valiosa, todos los soldados, en número de siete mil, los carpinteros y herreros, en número de mil; y todos los hombres aptos para la guerra fueron deportados a Babilonia.
Y en lugar de Joaquín, Nabucodonosor nombro rey a un tío de Joaquín, Matanías, a quien le puso el nombre de Sedecías.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.