La sal es cosa buena; pero si pierde su sabor, ¿con qué se lo volverán a dar?
RESPUESTAS DE FE S.D.A.
SAN GABRIEL DE LA DOLOROSA
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 109, 4)
El Señor lo ha jurado y el Señor no se retracta. Tú eres sacerdote para siempre, como lo es Melquisedec.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que para gloria tuya y salvación nuestra constituiste a Cristo sumo y eterno sacerdote, concede al pueblo redimido con su sangre obtener, por la participación en este memorial, los frutos de la muerte y resurrección de tu Hijo, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El salario que han defraudado está clamando contra ustedes.
De la carta del apóstol Santiago: 5, 1-6
Lloren y laméntense, ustedes, los ricos, por las desgracias que les esperan. Sus riquezas se han corrompido; la polilla se ha comido sus vestidos; enmohecidos están su oro y su plata, y ese moho será una prueba contra ustedes y consumirá sus carnes, como el fuego. Con esto ustedes han atesorado un castigo para los últimos días.
El salario que ustedes han defraudado a los trabajadores que segaron sus campos está clamando contra ustedes; los gritos de ellos han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos. Han vivido ustedes en este mundo entregados al lujo y al placer, engordando como reses para el día de la matanza. Han condenado a los inocentes y los han matado, porque no podían defenderse.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 48
R/. Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Como bestias sumisas, pastoreadas por la muerte en el reino de los muertos, así terminarán los que confían en sí mismos y viven satisfechos. R/.
Se desvanece al punto su figura y morarán por siempre en el abismo. En cambio, Dios me salvará la vida, me llevará consigo. R/.
No te inquietes cuando alguien se enriquece y aumentan las riquezas su poder. Nada podrá llevarse, cuando muera, ni podrá su poder bajar con él. R/.
Aunque feliz se sienta mientras viva y por pasarla bien todos lo alaben, ahí donde jamás verá la luz descenderá a reunirse con sus padres. R/.
ACLAMACIÓN (Cfr. 1 Ts 2, 13)
R/. Aleluya, aleluya.
Reciban la palabra de Dios, no como palabra humana, sino como palabra divina, tal como es en realidad. R/.
Más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al lugar de castigo.
Del santo Evangelio según san Marcos: 9, 41-50
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Todo aquel que les dé a beber un vaso de agua por el hecho de que son de Cristo, les aseguro que no se quedará sin recompensa.
Al que sea ocasión de pecado para esta gente sencilla que cree en mí, más le valdría que le pusieran al cuello una de esas enormes piedras de molino y lo arrojaran al mar. Si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela; pues más te vale entrar manco en la vida eterna, que ir con tus dos manos al lugar de castigo, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo; pues más te vale entrar cojo en la vida eterna, que con tus dos pies ser arrojado al lugar de castigo. Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo; pues más te vale entrar tuerto en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos al lugar de castigo, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
Todos serán salados con fuego. La sal es cosa buena; pero si pierde su sabor, ¿con qué se lo volverán a dar? Tengan sal en ustedes y tengan paz los unos con los otros".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, se lleva a cabo la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 11, 24-25)
Éste es mi Cuerpo, que se da por ustedes. Este cáliz es la nueva alianza establecida por mi Sangre; cuantas veces lo beban, háganlo en memoria mía, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has concedido el gozo de participar en esta Eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, haz que, unidos siempre a Él, vivamos como verdaderos hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.