Misericordia quiero y no sacrificios.




RESPUESTAS DE FE S.D.A.


SAN FEDERICO DE UTRECHT OBISPO


ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Ap 5, 9-10)


Con tu sangre compraste para Dios hombres de todas las razas y lenguas, de todos los pueblos y naciones, para constituir un reino para Dios.


ORACIÓN COLECTA


Señor Dios, que redimiste a todos los hombres con la preciosa Sangre de tu Unigénito, conserva en nosotros la obra de tu misericordia, para que, celebrando sin cesar el misterio de nuestra salvación, merezcamos alcanzar sus frutos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.


LITURGIA DE LA PALABRA


He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas.


Del libro del profeta Isaías: 38, 1-6. 21-22. 7-8


En aquel tiempo, el rey Ezequías enfermó de muerte y vino a verlo el profeta Isaías, hijo de Amós, y le dijo: "Esto dice el Señor: 'Arregla todos tus asuntos, porque no te vas a aliviar y te vas a morir' ".

 
Ezequías volvió la cara hacia la pared, oró al Señor y dijo: "Acuérdate, Señor, de que te he servido con fidelidad y rectitud de corazón y de que he hecho siempre lo que a ti te agrada". Y lloró con abundantes lágrimas.
 
Entonces el Señor le habló a Isaías y le dijo: "Ve a decirle a Ezequías: 'Esto dice el Señor, Dios de tu padre, David: He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a curarte y en tres días podrás ir al templo del Señor. Voy a darte quince años más de vida. Te libraré de la mano del rey de Asiria a ti y a tu ciudad, y protegeré a Jerusalén' ".
 
Dijo entonces Isaías: "Traigan un emplasto de higos y aplíquenselo en la llaga para que se alivie". Y Ezequías dijo: "¿Cuál es la señal de que podré ir al templo del Señor?" Respondió Isaías: "Ésta será para ti la señal de que el Señor cumplirá las cosas que te ha dicho: voy a hacer que la sombra retroceda los diez grados que ha avanzado en el reloj de sol de Ajaz". Y el sol retrocedió los diez grados que había avanzado.
Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.


Isaías 38

R/. Sálvame, Señor, y viviré.

 
Yo pensaba que a la mitad de mi vida tendría que dirigirme hacia las puertas del abismo y me privarían del resto de mis años. R/.
 
Yo pensaba que ya no volvería a ver al Señor en la tierra de los vivos, que ya no volvería a ver a los hombres entre los habitantes del mundo. R/.
 
Levantan y enrollan mi vida como una tienda de pastores. Como un tejedor tejía yo mi vida, y me cortaron la trama. R/.
A los que Dios protege viven, y entre ellos vivirá mi espíritu; me has curado, me has hecho revivir. R/.


ACLAMACIÓN (Jn 10, 27)




R/. Aleluya, aleluya.

 
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen. R/.


El Hijo del hombre también es dueño del sábado.


Del santo Evangelio según san Mateo: 12, 1-8


Un sábado, atravesaba Jesús por los sembrados. Los discípulos, que iban con Él, tenían hambre y se pusieron a arrancar espigas y a comerse los granos. Cuando los fariseos los vieron, le dijeron a Jesús: "Tus discípulos están haciendo algo que no está permitido hacer en sábado".

 
Él les contestó: "¿No han leído ustedes lo que hizo David una vez que sintieron hambre él y sus compañeros? ¿No recuerdan cómo entraron en la casa de Dios y comieron los panes consagrados, de los cuales ni él ni sus compañeros podían comer, sino tan sólo los sacerdotes?
 
¿Tampoco han leído en la ley que los sacerdotes violan el sábado porque ofician en el templo y no por eso cometen pecado? Pues yo digo que aquí hay alguien más grande que el templo.
 
Si ustedes comprendieran el sentido de las palabras: Misericordia quiero y no sacrificios, no condenarían a quienes no tienen ninguna culpa. Por lo demás, el Hijo del hombre también es dueño del sábado".

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Al traer ante tu soberana presencia, Señor, nuestros dones, haz que, por medio de estos misterios, nos acerquemos a Jesús, el mediador de la nueva Alianza, y nos renovemos por la aspersión salvadora de su Sangre. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. 1 Co 10, 16)


El cáliz de nuestra acción de gracias, nos une en la Sangre de Cristo; y el pan que partimos, nos une en el Cuerpo del Señor.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Habiendo sido reconfortados con el alimento y la bebida celestiales, te pedimos, Dios todopoderoso, que defiendas del temor del enemigo a quienes has redimido con la preciosa Sangre de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.