Ve al lago y echa el anzuelo, saca el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda. Tómala y paga por mí y por ti.




RESPUESTAS DE FE S.D.A.


SANTA JUANA FRANCISCA DE CHANTAL


ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Si 36, 18-19)


Señor, concede la paz a los que en ti esperan; escucha las oraciones de tus hijos y guíanos por el camino de la justicia.


ORACIÓN COLECTA


Dios nuestro, tú que creaste el universo y diriges la historia, escucha nuestras oraciones y concede a nuestro mundo inquieto la paz verdadera, para que podamos reconocer y alabar, llenos de gozo, tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA


No cierren su corazón. Amen al forastero, porque también ustedes lo fueron en Egipto.


Del libro del Deuteronomio: 10, 12-22


En aquellos días, Moisés le dijo al pueblo estas palabras: "Ahora, Israel, advierte bien lo que el Señor te pide: Que temas al Señor, tu Dios; que cumplas su voluntad y lo ames; que sirvas al Señor, tu Dios, con todo el corazón y toda el alma; que cumplas los preceptos del Señor, y los mandamientos que hoy te impongo para tu bien.

 
Es cierto que el cielo y toda su inmensidad, la tierra y cuanto hay en ella son del Señor, tu Dios; sin embargo, sólo con tus padres se unió el Señor con alianza de amor, y sólo a ustedes, sus descendientes, los eligió de entre todos los pueblos, como pueden comprobarlo todavía.
 
No cierren, pues, su corazón ni endurezcan su cabeza, porque el Señor, su Dios, es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, Dios grande, fuerte y terrible; no es parcial ni acepta sobornos, hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al forastero y le da pan y vestido. Amen, pues, al forastero, porque también ustedes lo fueron en Egipto.
 
Teme al Señor, tu Dios; sírvelo; vive unido a Él y jura en su nombre. Él será tu gloria, Él será tu Dios, pues Él hizo por ti las terribles hazañas que tus ojos han visto. Setenta eran tus padres cuando fueron a Egipto, y ahora, Israel, el Señor, tu Dios, te ha hecho un pueblo numeroso como las estrellas del cielo".

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.


Del salmo 147

R/. Glorifica al Señor, Jerusalén.

 
Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele honores, Israel. Él refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en tu casa. R/.
 
Él mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre. Él envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente. R/.
 
Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a Israel. No ha hecho nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos. R/.


ACLAMACIÓN (Cfr. 2 Ts 2, 14)

R/. Aleluya, aleluya.

 
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R/.


Lo van a matar, pero al tercer día va a resucitar. - Los hijos están exentos de impuestos.


Del santo Evangelio según san Mateo: 17, 22-27


En aquel tiempo, se hallaba Jesús con sus discípulos en Galilea y les dijo: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo van a matar, pero al tercer día va a resucitar". Al oír esto, los discípulos se llenaron de tristeza.

 
Cuando llegaron a Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los recaudadores del impuesto para el templo y le dijeron: "¿Acaso tu maestro no paga el impuesto?" Él les respondió: "Sí lo paga".
 
Al entrar Pedro en la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: "¿Qué te parece, Simón? ¿A quiénes les cobran impuestos los reyes de la tierra, a los hijos o a los extraños?" Pedro le respondió: "A los extraños". Entonces Jesús le dijo: "Por lo tanto, los hijos están exentos. Pero para no darles motivo de escándalo, ve al lago y echa el anzuelo, saca el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda. Tómala y paga por mí y por ti".

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Te ofrecemos, Señor, bajo los signos sacramentales del pan y del vino, el sacrificio de tu Hijo, rey de la paz, para que este misterio de unidad y de amor, reafirme la fraternidad entre todos tus hijos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 9)


Bienaventurados los que procuran la paz, porque serán llamados hijos de Dios.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Concédenos, Señor, el espíritu de tu amor, a fin de que, alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, fomentemos entre todos los hombres la paz que Él mismo nos dejó. Por Jesucristo, nuestro Señor.