Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Quiero. Queda limpio". Y al momento desapareció la lepra.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 111, 4)
Una luz se levanta en las tinieblas para los hombres de corazón recto: el Dios clemente, justo y compasivo.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que el nacimiento del salvador del mundo, manifestado a los Magos por medio una estrella, sea comprendido por nosotros cada vez con mayor profundidad. Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
El Espíritu, el agua y la sangre.
De la primera carta del apóstol san Juan: 5, 5-1: al
Queridos hijos: ¿Quién es el que vence al mundo? Sólo el que cree que Jesús es el Hijo de Dios. Jesucristo es el que vino por medio del agua y de la sangre; Él vino, no sólo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Así pues, los testigos son tres: el Espíritu, el agua y la sangre. Y los tres están de acuerdo.

 
Si aceptamos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios vale mucho más y ese testimonio es el que Dios ha dado de su Hijo.
 
El que cree en el Hijo de Dios tiene en si ese testimonio. El que no le cree a Dios, hace de él un mentiroso, porque no cree en el testimonio que Dios ha dado de su Hijo. Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado la vida eterna y esa vida está en su Hijo. Quien tiene al Hijo, tiene la vida; quien no tiene al Hijo, no tiene la vida.
 
A ustedes, los que creen en el nombre del Hijo de Dios, les he escrito estas cosas para que sepan que tienen la vida eterna. 
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.