Pide una señal, pero no se le dará más señal que la de Jonás.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 41, 2-3)
Como la cierva busca el agua de los ríos, así, cansada mi alma, te busca a ti, Dios mío.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por medio de tu Espíritu impulsaste a santa Teresa de Jesús a renovar en la Iglesia la vida religiosa, concédenos, por su intercesión, un ardiente deseo de renovar nuestra vida cristiana y de servirte con alegría. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
No somos hijos de la esclava, sino de la mujer libre.
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 4, 22-24. 26-27. 31-5,1
Hermanos: Dice la Escritura que Abraham tuvo dos hijos: uno de la mujer que era esclava y el otro de la que era libre. El hijo de la esclava fue engendrado según las leyes naturales; el de la libre, en cambio, en virtud de la promesa de Dios.

 
Esto tiene un sentido simbólico. En efecto, las dos mujeres representan las dos alianzas: Agar representa la del monte Sinaí, que engendra esclavos y es figura de la Jerusalén de aquí abajo. Por el contrario, la Jerusalén de arriba es libre y ésa es nuestra madre. A este respecto dice la Escritura: Regocíjate tú, la estéril, la que no das a luz; rompe a cantar de júbilo, tú, la que no has sentido los dolores del parto; porque la mujer abandonada tendrá más hijos que aquella que tiene marido.
 
Así pues, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la mujer libre. Cristo nos ha liberado para que seamos libres. Conserven, pues, la libertad y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.