Del corazón del hombre salen las intenciones malas.
 
 
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ANTÍFONA DE ENTRADA
Dios mío, ten piedad de mí, pues sin cesar te invoco. Tú eres bueno y clemente y no niegas tu amor al que te invoca.
Se dice Gloria.
Oración Colecta
Dios misericordioso, de quien procede todo lo bueno, inflámanos con tu amor y acércanos más a ti a fin de que podamos crecer en tu gracia y perseveremos en ella.
Por nuestro Señor Jesucristo...Amén.
 
LITURGIA DE LA PALABRA
Primera Lectura
No añadirán nada ni quitarán nada a lo que les mando:
 
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Lectura del libro del Deuteronomio (4, 1-2. 6-8)
En aquellos días, habló Moisés al pueblo, diciendo:
"Ahora, Israel, escucha los mandatos y preceptos que te enseño, para que los pongas en práctica y puedas así vivir y entrar a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de tus padres, te va a dar.
No añadirán nada ni quitarán nada a lo que les mando:
Cumplan los mandamientos del Señor que yo les enseño, como me ordena el Señor, mi Dios. Guárdenlos y cúmplanlos porque ellos son la sabiduría y la prudencia de ustedes a los ojos de los pueblos. Cuando tengan noticias de todos estos preceptos, los pueblos se dirán:
'En verdad esta gran nación es un pueblo sabio y prudente'. Porque, ¿cuál otra nación hay tan grande que tenga dioses tan cercanos como lo está nuestro Dios, siempre que lo invocamos? ¿Cuál es la gran nación cuyos mandatos y preceptos sean tan justos como toda esta ley que ahora les doy?"
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
 
Salmo Responsorial Salmo 14
 
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R./¿Quién será grato a tus ojos, Señor?
El hombre que procede honradamente y obra con justicia; el que es sincero en sus palabras y con su lengua a nadie desprestigia. R./
Quien no hace mal al prójimo ni difama al vecino; quien no ve con aprecio a los malvados, pero honra a quienes temen al Altísimo. R./
Quien presta sin usura y quien no acepta soborno en perjuicio de inocentes, ése será agradable a los ojos de Dios eternamente. R./
Segunda Lectura
Todo beneficio y todo don perfecto viene de lo alto
 
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Lectura de la carta del apóstol Santiago
(1, 17-18. 21-22. 27)
Hermanos:
Todo beneficio y todo don perfecto viene de lo alto, del creador de la luz, en quien no hay ni cambios ni sombras. Por su propia voluntad nos engendró por medio del Evangelio para que fuéramos, en cierto modo, primicias de sus creaturas.
Acepten dócilmente la palabra que ha sido sembrada en ustedes y es capaz de salvarlos. Pongan en práctica esa palabra y no se limiten a escucharla, engañándose a ustedes mismos. La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre, consiste en visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y en guardarse de este mundo corrompido.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
 
Aclamación antes del Evangelio
 
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Aleluya, aleluya.
Por su propia voluntad, el Padre nos engendró por medio del Evangelio, para que fuéramos, en cierto modo, primicias de sus creaturas.
Aleluya.
Evangelio
Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.
 
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Del santo Evangelio según san Marcos
(7, 1-8. 14-15. 21-23)
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los fariseos y algunos escribas venidos de Jerusalén. Viendo que algunos de los discípulos de Jesús comían con las manos impuras, es decir, sin habérselas lavado, los fariseos y los escribas le preguntaron: "¿Por qué tus discípulos comen con manos impuras y no siguen la tradición de nuestros mayores?"(Los fariseos y los judíos, en general, no comen sin lavarse antes las manos hasta el codo, siguiendo la tradición de sus mayores; al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones, y observan muchas otras cosas por tradición, como purificar los vasos, las jarras y las ollas).
Jesús les contestó:
"¡Qué bien profetizó Isaías sobre ustedes, hipócritas, cuando escribió:
Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. Es inútil el culto que me rinden, porque enseñan doctrinas que no son sino preceptos humanos! Ustedes dejan a un lado el mandamiento de Dios, para aferrarse a las tradiciones de los hombres".
Después, Jesús llamó a la gente y les dijo:
"Escúchenme todos y entiéndanme. Nada que entre de fuera puede manchar al hombre; lo que sí lo mancha es lo que sale de dentro; porque del corazón del hombre salen las intenciones malas, las fornicaciones, los robos, los homicidios, los adulterios, las codicias, las injusticias, los fraudes, el desenfreno, las envidias, la difamación, el orgullo y la frivolidad. Todas estas maldades salen de dentro y manchan al hombre".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
Oración de los Fieles
Celebrante:
Sabiendo que nuestro Dios es un Dios cercano y fiel, oremos con confianza diciendo:
Padre, escúchanos.
Para que con sabiduría e inteligencia la Iglesia anuncie el Evangelio a los hombres y mujeres del tercer milenio.
Oremos al Señor.
Padre, escúchanos.
Para que la misericordia y el amor fraterno fomenten la unidad de los cristianos.
Oremos al Señor.
Padre, escúchanos.
Para que los gobernantes, los monarcas y los que tienen poder sobre las naciones y los organismos supranacionales procedan con justicia, honradez y rectitud.
Oremos al Señor.
Padre, escúchanos.
Para que a los enfermos, a los pobres y afligidos no les falte la ayuda y cercanía de quienes los ayuden.
Oremos al Señor.
Padre, escúchanos.
Para que a los que sufren a causa de la injusticia y el egoísmo de sus hermanos, el Señor les haga sentir su cercanía.
Oremos al Señor.
Padre, escúchanos.
Para que al honrar a Dios con nuestras alabanzas nos comprometamos a servirlo en nuestros hermanos.
Oremos al Señor.
Padre, escúchanos.
Celebrante:
Padre bueno, escucha las oraciones de tus hijos que te suplican, y ya que confían en tu amor, no dejes de bendecirlos con tu providencia.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
 
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y realiza en nosotros con el poder de tu Espíritu, la obra redentora que se actualiza en esta Eucaristía.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
 
Prefacio Dominical II
El misterio de la salvación
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor.
El cual, compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen; sufriendo la cruz, nos libró de eterna muerte y, resucitando, nos dio vida eterna.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de la Comunión
Qué grande es la delicadeza del amor que tienes reservada, Señor, para tus hijos.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Te rogamos, Señor, que este sacramento con que nos has alimentado, nos haga crecer en tu amor y nos impulse a servirte en nuestros prójimos.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.