Yo soy la vid, ustedes los sarmientos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 97, 1-2)
Canten al Señor un cántico nuevo, por que ha hecho maravillas y todos los pueblos han presenciado su victoria. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tu que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos tuyo, míranos siempre con amor de Padre y haz que cuantos creemos en Cristo obtengamos la verdadera libertad y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
Les contó como había visto al Señor en el camino.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 9, 26-31

Cuando Pablo regreso a Jerusalén, trato de unirse a los discípulos, pero todos le tenían miedo, por que no creían que se hubiera convertido en discípulo.

Entonces, Bernabé lo presento a los apóstoles y le refirió como Saulo había visto al Señor en el camino, como el Señor le había hablado y como el había predicado en Damasco, con valentía, en el nombre de Jesús. Desde entonces, vivió con ellos en Jerusalén, iba y venía, predicando abiertamente en el nombre del Señor, hablaba y discutía con los judíos de habla griega y éstos intentaban matarlo. Al enterarse de esto, los hermanos condujeron a Pablo a Cesarea y lo despacharon a Tarso.

En aquellos días, las comunidades cristianas gozaban de paz en toda Judea, Galilea y Samaria, con lo cual se iban consolidando, progresaban en la fidelidad a Dios y se multiplicaban, animadas por el Espíritu Santo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.


Del salmo 21
R/. Bendito sea el Señor. Aleluya.

Le cumpliré mis promesas al Señor delante de sus fieles. Los pobres comerán hasta saciarse y alabarán al Señor los que lo buscan: su corazón ha de vivir para siempre. R/.

Recordaran al Señor y volverán a Él desde los últimos lugares del mundo; en su presencia se postraran todas las familias de los pueblos. Solo ante Él se postrarán todos los que mueren. R/.

Mi descendencia lo servirá y le contará a la siguiente generación, al pueblo que ha de nacer, la justicia del Señor y todo lo que Él ha hecho. R/.

Este es su mandamiento: que creamos y que nos amemos.
De la primera carta del apóstol san Juan: 3, 18-24

Hijos míos: No amemos solamente de la palabra, amemos de verdad y con las obras. En esto conoceremos que somos de verdad y delante de Dios tranquilizaremos nuestra conciencia de cualquier cosa que ella nos reproche, por que Dios es más grande que nuestra conciencia y todo lo conoce. Si nuestra conciencia no nos remuerde, entonces, hermanos míos, nuestra confianza en Dios es total.

Puesto que cumplimos los mandamientos de Dios y hacemos lo que le agrada, ciertamente obtendremos de Él todo lo que le pidamos. Ahora bien, éste es su mandamiento: que creamos en la persona de Jesucristo, su Hijo, y nos amemos los unos a los otros, conforme al precepto que nos dio.

Quien cumple sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él. En esto conocemos, por el Espíritu que Él nos ha dado, que Él permanece en nosotros.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN (Jn 15, 4-5)
R/. Aleluya, aleluya.

Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece en mí da fruto abundante. R/.

El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.

Del santo Evangelio según san Juan: 15, 1-8

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Yo soy la verdad vid y mi Padre es el viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, Él lo arranca, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto.

Ustedes ya están purificados por las palabras que les he dicho. Permanezcan en mí y yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en el, ese da fruto abundante, porque sin mí nada puede hacer. Al que no permanece en mí se le echa afuera, como el sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde.

Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá. La gloria de mi Padre consiste en que den mucho fruto y se manifiesten así como discípulos míos".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Credo
PLEGARIA UNIVERSAL

Unidos con Jesús, como los sarmientos a la vid, oremos con toda confianza. Después de cada petición diremos: Jesús resucitado, escúchanos.

Por los pastores de la iglesia. Que vivan su misión con fe y esperanza, y ayuden a crear un espíritu de paz y concordia en nuestra sociedad. Oremos.

Por todos los que en este Tiempo Pascual reciben el Bautismo o la Confirmación, o participan por primera vez en la Eucaristía. Que crezcan constantemente en la fe y en el seguimiento de Jesús. Oremos.

Por los países del mundo. Que entre todos construyamos una sociedad justa, abierta, libre y acogedora con lo más débiles. Oremos.

Por los trabajadores, especialmente los de la construcción. Que puedan obtener bienestar y prosperidad con su trabajo. Oremos.

Por nosotros. Que encontremos en Jesucristo la luz para nuestro camino, y la alegría para nuestro corazón. Oremos.

Escucha, Jesús resucitado, nuestras plegarias, y haz que, unidos a ti, demos fruto abundante. Tu, que vives y reinas por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por medio de estos dones que vas a convertir en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos haces participar de tu misma vida divina, concédenos que nuestra conducta ponga de manifiesto las verdades que nos has revelado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 1. 5)
Yo soy la vid verdadera y ustedes los sarmientos, dice el Señor; si permanecen en mi y yo en ustedes darán fruto abundante. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tu que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana, para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.